En esta entrada vamos a hablar de la molesta, pero muy necesaria tos. Es un reflejo natural del cuerpo que tiene dos funciones: la primera es evitar atragantamientos y que entren cuerpos extraños a la vía aérea y la segunda, movilizar secreciones.


Existen dos tipos:
Tos productiva o expectorante, es aquella que sirve para arrancar el moco.
Tos no productiva o seca, esa famosa “tos perruna”, que es la irritativa (más característica de las laringitis/faringitis).
Vamos a hacer hincapié en por qué es importante la tos productiva. Lo que sucede es una espiración forzada, es decir, que echamos aire fuerte por la boca y esto es lo que hace que el moco que está pegado al bronquio se despegue, se cizalle y sea más fácil su evacuación.
Los bronquios son las ramificaciones del pulmón, forman como un “arbolito”. Este bronquio es cilíndrico, y el espacio que hay dentro se denomina “luz”. Si toda esa pared interna del bronquio se llena de moco, la luz se estrecha y pasa menos aire, por lo que se disminuye la capacidad ventilatoria del bronquio. Si a esto le sumamos inflamación, ya sea por bronquitis, bronquiolitis o cualquiera de las famosas infecciones respiratorias, la pared se vuelve mas gruesa y pasa aún menos aire.
El moco tiene una función importante de barrera para que los patógenos (virus o bacterias) no colonicen e infecten el sistema respiratorio. Cuando esto ocurre, aparece la tos, muy necesaria en estos procesos para despegar el moco aunque sea molesta, ya que sin ella no los podríamos movilizar bien.
Esto ocurre por una causa anatómica. Cuando dormimos boca arriba, el moco de nuestras narinas y nasofaringe gotea a la garganta, por lo que sentimos el típico picor y nos dan ganas de toser. Cuanto más tiempo en horizontal, más ganas de toser nos van a entrar. Por eso os recomendamos que elevéis la cabeza de vuestros peques un poquito.
En esta situación podría ser interesante el uso del humidificadores, os dejamos por aquí la entrada.
Otra opción que nos puede ser útil para hidratar la garganta son los aceites y mucha paciencia. Un truco de abuela es el de poner cebolla en la habitación, aquí os contamos que este remedio no está evidenciado pero tampoco se ha demostrado que tenga algún efecto adverso.
Nos vemos en la siguiente entrada del Blog, que como siempre, será los domingos. Leemos vuestras dudas en comentarios. Gracias por dejarnos acompañaros #hacemos equipo.







