Escaleras y saltos.

 Hoy os vamos a hablar de una de las preguntas que os surge muy a menudo. Una vez que los peques empiezan a caminar de forma autónoma, ¿qué viene a continuación?.

 En concreto, os vamos a hablar de subir y bajar escaleras y de los inicios de saltar. Cuando empiezan a caminar y a explorar el entorno, nace en ellos la necesidad de subir bordillos, escalones pequeñitos, subirse a los toboganes… Y será entre los 18 y 24 meses que consigan subir escaleras.

 Sobre los 18 meses, serán capaces de subir escaleras de manera lateral apoyados a la pared, sujetos de la barandillas y apoyados en ambos lados. Siempre enseñaremos primero a subir en vez de bajar, ya que es mucho más sencillo y no hay sensación de vacío o caída. Los parques son un buen entorno para practicarlo ya que hay mil opciones de gateo vertical o escalada como preparativo de este hito motor.

 A continuación, podéis pasar a escalones bajitos, como pueden ser los bordillos en la calle o portales, para que se animen a intentarlo solos sin apoyo. Cuando empecemos a practicarlo en escalones de tamaño normal, es importante que les guiemos su manita a la pared contraria del pie que suba primero; por ejemplo, si sube primero el pie izquierdo, será la mano derecha la que apoyará. Es normal que empiece a subir siempre primero con una pierna, cojan confianza en la subida y ya luego empiecen a alternarlas. De todas formas, nosotras os recomendamos que si les estáis ayudando intentéis que no suban siempre con la misma pierna para que trabajen ambas piernas por igual.

No os agobiéis, las escaleras forman parte de nuestro día a día y la clave está en ofrecer. Hay que darles tiempo y oportunidad.

 Otro gran hito motor de esta edad es el salto con ambos pies. Este hito ocurre entorno a los dos años. Como no es algo que hagamos en nuestro día a día, a diferencia de andar o correr, puede tardar un poquito más en alcanzarse.

 Suelen aprenderlo mucho más por imitación o por intención de los padres. Para algunos será muy sencillo y para otros, tendremos que secuenciarles el movimiento de la siguiente forma:

  1. Tener sensación de caída: lo vamos a practicar en escalones o bordillos, de la mano o solitos. Simularemos un salto o caída hacia delante para que tengan la sensación de vacío.
  2. El muelle: ahora intentaremos que aprendan a despegar los pies del suelo. Jugaremos a agacharnos y a coger impulso. No conseguirán al principio separar los pies del suelo y se quedarán de puntillas. Si les damos la mano, nos agachamos y podemos jugar a subir hacia arriba. Un truco puede ser jugando al “corro de la patata”.
  3. Refuerzo: una vez el punto 1 y 2 están conseguidos, los practicaremos en superficies que nos den rebote. Lo más fácil y accesible es la cama o el sofá. Sería ideal también llevarles a algún sitio con camas elásticas, ya que el suelo les acompaña y tienen esa sensación de rebote.

 Os dejamos un vídeo para que tengáis de manera muy visual, todos estos pasos. 

 Una vez que tenemos todo esto adquirido y que nuestro peque ya salta, un juego que nos encanta es salir a disfrutar de los días lluviosos con las botas de agua saltando en los charcos.

 Nos vemos en la siguiente entrada del Blog, que como siempre, será los domingos. Leemos vuestras dudas en comentarios. Gracias por dejarnos acompañaros #hacemos equipo.

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